Ventajas del aislamiento térmico con celulosa en una vivienda

No hay duda de que la celulosa es un aislante térmico del todo recomendable para proteger paredes, tejados y fachadas de una manera ecológica, aunque es verdad que es uno de los aislantes menos conocidos por el gran público. La celulosa se obtiene triturando papel de periódicos que sobran en las tiradas de cada día; el papel se procesa, se corta y se desfibra, de manera que el resultado son unas tiras finísimas de papel que acaban mezclándose con sales bóricas. Así se consigue un material fungicida, insecticida e ignífugo.

Es importante destacar que la fabricación de este material es completamente ecológica; además se consume muy poca energía durante el procesado. Suele pensarse que, al proceder del papel, la celulosa no es un buen aislante para las situaciones de incendios y fuegos, pero lo cierto es que las sales de boro que se le añaden lo convierten en un material con capacidad para proteger la vivienda frente al fuego. Y es que hablamos de un material aislante térmico que impide que el fuego pueda propagarse, sin originarse gases tóxicos y soportando temperaturas de hasta mil quinientos grados.

Otras ventajas del aislamiento térmico con celulosa

  • El aislamiento de celulosa cuenta con excelentes propiedades ignifugas.
  • Instalación en un solo día y sin obras.
  • Es el mejor aislamiento contra el calor, pues su composición es transpirable y permite que el interior de la vivienda tenga una temperatura cómoda en verano durante más tiempo (se ahorrará en aire acondicionado).
  • Puede adaptarse a cualquier cavidad debido a su densidad; esto la convierte en un buen aislante térmico para impedir el movimiento de aire entre paredes y protegiendo la entrada de frio al interior de la casa.
  • Es un material ecológico tanto en su materia prima, papel reciclado de periódicos, como durante su procesado, ya que emplea menos energía en su proceso y en el transporte. Sus desechos son también reciclables.
  • Las sales bóricas que se añaden en el proceso de fabricación del aislamiento de celulosa le dan unas propiedades ideales para la protección del hogar contra plagas de insectos.

Tiene propiedades de aislante acústico.

La celulosa regula la humedad de los materiales, por lo que evita la propagación de hongos.

Equipar las viviendas con un aislamiento térmico, bien por el sistema de aislamiento térmico insuflado o soplado, favorece una mayor eficiencia energética y reduce el gasto en la factura de la luz. No hay que olvidar que la energía que no se consume es la más limpia de todas. Instalar aislamiento térmico con celulosa nos permite tener la casa más caldeada en invierno y más fresca en verano, gastando mucha menos energía así. Una consultoría energética podrá aportarle al usuario buena información y asesoramiento acerca de lo que mejor se adapta a su vivienda.

Aislar térmicamente cajones de persiana de madera

Acabar con el frío, el ruido y el aire que entran en el hogar por medio de cajones de persiana antiguos

A través de los cajones de persiana entran en el hogar el frío y aire del exterior. No hay que obviar que las ventanas son oquedades en las paredes y que en torno a un treinta por ciento de la energía de la casa se esfuma en este tipo de huecos. Lo principal es aislar bien la oquedad de la pared, porque el frío puede incluso penetrar en las ventanas con doble cristal, con calidad y con rotura de puente térmico; es primordial apostar por el aislamiento de cajones de persiana.

Se puede aprovechar un aislamiento insuflado de la cámara de aire de la fachada de la vivienda para intervenir en los cajones de las persianas. No obstante, hay que tener muy claro que las ventanas son un foco de potencial frialdad, merced a las infiltraciones de aire que pueden producirse por un mal sellado. No haber aislado las paredes de una manera adecuada también puede hacer descender la sensación térmica del inquilino. No hay que olvidar que a la postre podremos ahorrar en calefacción y aire acondicionado si se hacen las cosas bien en el tema del aislamiento.

Sobre los paneles aislantes Termoflex

Gracias a los paneles aislantes Termoflex es posible convertir un cajón de persiana antigua que carece de aislamiento en un elemento que soporte de una manera idónea las temperaturas que amenazan desde el exterior. Los Termoflex están formados por una capa de Neopor flexible (perlitas de granulado de poliestireno con capacidad para expandirse), otra capa de flexible poliestireno expandido (es ligero, absorbente y resistente a la humedad) y otra capa intermedia que se ocupa de distribuir de manera homogénea la temperatura.

Con un cúter, se deberá cortar la lámina al tamaño de la caja de persiana; luego, para colocarlo, se medirá la curva del interior del cajón, así como el espesor que cabrá entre las paredes de la caja y la persiana estando enrollada del todo. Cuando se haya instalado el panel, podrá sellarse con espuma de poliuretano como vía complementaria.

Cada panel de Termoflex se comporta con flexibilidad; sus partes que sobran pueden servir para rellenar oquedades y espacios más pequeños y escondidos. Basta con seguir las estrías de su diseño para poder cortarlos. Se instalan de una manera fácil, sobre todo gracias a unas chapas plegadas que favorecen que encaje cada plancha de un metro. El Termoflex está formado por un panel de poliestireno expandido con una transmitancia térmica U=0,035W/m2K, además de un panel flexible de Neopor y un manto de difusión.

Posee distintos grosores (trece, veinticinco y treinta milímetros) para amoldarse a la oquedad que queda entre el ancho de enrollamiento de la propia persiana y el interior de la caja. El ancho de la lámina tiene longitudes de quinientos y setecientos noventa milímetros.

El aislamiento insuflado para los tabiques de pladur

Mejoría de una vivienda moderna sin quitarle espacio

Tenemos que tener presente que las fachadas, cerramientos verticales, son uno de los elementos principales a la hora de proteger de las inclemencias meteorológicas y del calor, de ahí su importancia. Las fachadas de fábrica vista son una clase de fachadas formadas en su exterior por ladrillos de cara vista, macizos o perforados en los que no es necesario aplicar un revestimiento mayor.

Y es que en los últimos veinte años es fácil que nos encontremos con edificios con fachadas construidas por ladrillos cara vista en el interior y con yeso laminado o pladur en el interior; de esta manera queda una cámara de aire con un asilamiento insuficiente. Es por ello por lo que se da un paso al frente en estos casos y se aísla térmicamente la fachada por el interior, merced a un asilamiento insuflado con diversos materiales. Esto suele ser muy común en nuestro país en la actualidad, ya que las soluciones son óptimas.

A partir del mineral de yeso, el agua, un poco de jabón que favorece pequeñas burbujas de aire, aditivos químicos y un manto de papel a cada lado que aportará al yeso firmeza y resistencia a la tracción, podemos disfrutar de las placas de pladur. No hay que olvidar que el pladur da ligereza al yeso, que ya de por sí es ligero, lo que reduce los costes en su transporte, en su fabricación y en su colocación. El aislamiento insuflado es el mejor método para esas viviendas con pladur en el interior de los tabiques y con cámaras de aire, ya que no hace falta quitarle espacio a la casa.

Sobre el insuflado en tabiques de pladur cuya fachada exterior sea de ladrillo cara vista

El aislamiento insuflado puede servir para rellenar de material aislante diferentes cavidades de una casa, aunque suele usarse de manera más habitual en cámaras de aire de fachadas. Entre los materiales empleados en el insuflado se encuentran los siguientes

  • Lana mineral

    Se consigue reciclando el vidrio (sílice transformada). Hay que calentar hasta mil seiscientos grados en estado líquido par lograr los hilos-fibras que se entrelazan para crear la lana mineral a granel borra.

  • Lana de roca

    Aislamiento que se consigue del proceso de hilado a través de calentar rocas basálticas volcánicas y minerales hasta alcanzar mil quinientos grados; en estado líquido se logran hilos en su estirado y enfriamiento, los cuales se entrelazan y dan lugar a la lana de roca bruta.

  • Corcho granulado

    Aislamiento a partir de la corteza de alcornoque, por medio del triturado y hervido, con el que se obtiene la lignina de forma natural. Esa lignina hace que el material se aglomere en pequeños gránulos de modo natural.

  • Celulosa

    Se consigue reciclando y triturando fibras de papel de periódico, a las que hay que agregar sales de boro.

  • Perlas de poliestireno con grafito (EPS)

    Aislamiento resultante de la suma de la polimerización del estireno –deriva del petróleo (termoplástico)- y de las perlas de grafito.