El material más equilibrado del mercado para aislar acústicamente la vivienda

El material más equilibrado del mercado para aislar acústicamente la vivienda

Los volcanes han llamado la atención de propios y extraños a lo largo de la Historia, llegando a protagonizar grandes leyendas. Las erupciones hacían a las antiguas civilizaciones de nuestro planeta aumentar su respeto por la madre naturaleza, merced a creencias curiosas. El paso de los siglos propició que la humanidad fuera entendiendo el funcionamiento de los volcanes, al tiempo que iba canalizando sus propiedades para el beneficio común. Es en este punto donde cobra sentido hablar de la lana de roca.

Y es que este material aislante tiene sus orígenes en la erupción de un volcán hawaiano; los habitantes de esta isla del Pacífico se percataron de que la lava tomaba una forma de hilos alargados. A partir de ahí, se investigó el fenómeno, hasta que dos científicos del siglo veinte intentaron aprovecharse de lo que ocurría y extraer un beneficio para las personas. Así nace la lana de roca.

Se trata de un material que se obtiene al someter la roca basáltica, que procede de la lava solidificada, a elevadas temperaturas, llegando a los mil quinientos grados. Es una máquina la que se encarga de separar la lava por medio de giros mecánicos, dando como resultado unas matas a las que se le va agregando un líquido aglutinante. Más tarde se forman los paneles aislantes de lana de roca, los cuales se emplearán ya como aislamientos térmicos o acústicos. La lana de roca podrá instalarse mediante el soplado y el insuflado.

Aislamiento térmico insuflado con lana de roca. Características

La lana de roca, como aislamiento térmica para las viviendas, tiene una seria de características destacables:

  • Hidrófilo, no absorbe el agua.
  • Elimina la aparición de las humedades por condensación.
  • Muy eficaz contra frío y calor.
  • Es económico.
  • Se comporta bien como aislamiento acústico.
  • Ignífugo e Incombustible. Protección contra el fuego y resistencia a  temperaturas de más de 750 grados.

La lana de roca es además un producto ecológico; aunque precise de un tratamiento industrial, ayuda a ahorrar energía y a reducir los niveles de los gases contaminantes expulsados y del dióxido de carbono. No hay que olvidar tampoco que el 98% de los residuos generados en la fabricación de la lana de roca son reciclables. Las ventajas de este aislamiento térmico son las siguientes:

  • Es un producto ecológico y natural.
  • No requiere ningún tipo de mantenimiento.
  • Por su presentación en láminas, se puede aplicar en distintos lugares de la casa.
  • La instalación no necesita obras, por lo que las molestias son mínimas.

La inyección de poliuretano en las cámaras de aire

El aislamiento inyectado de baja densidad aplicado a las cámaras de aire con aislamientos en placas

A continuación nos centraremos en el aislamiento inyectado de baja densidad para las cámaras de aire que ya tengan aislamientos en placas. Y es que, cuando toca ponerse manos a la obra para la rehabilitación de un edificio, hallamos fachadas en las que no se puede intervenir desde el exterior por muy diferentes motivos. En ocasiones, las fachadas pueden llegar a estar protegidas o catalogadas, e incluso puede quererse aplicar otra técnica. Es aquí donde cobra sentido la inyección de poliuretano en las cámaras de aire.

No podemos dejar pasar por alto que la inyección de espuma rígida de poliuretano, al disponer de un aislamiento previo, actúa con mucha eficacia en la fachada, siempre que queramos optar por un aislamiento energético de calidad. Por otra parte, el poliuretano puede inyectarse en fachadas de doble hoja, bien sean de cemento, hormigón, ladrillo, etc.; sólo hace falta que cuente con un espacio hueco en el interior del cerramiento. El material de aislamiento deberá aplicarse justo en esta cámara.

El poliuretano, que se inyecta en la cámara de aire como un líquido, acaba expandiéndose en el interior, de manera que da lugar a una espuma rígida de celda abierta (se trata de una espuma que tiene una alta capacidad para aislar y una densidad baja, pues únicamente hay un dos por ciento de materia sólida.

Además de su gran capacidad para aislar, debemos recordar que el poliuretano tiene otras muchas ventajas, como las siguientes:

  • Posee una vida útil de más de cincuenta años.
  • Cuenta con una estructura de microceldas abiertas que lo hace ser un buen absorbente acústico.
  • Reduce ruido aéreo del exterior y disminuye el frío.
  • No reduce el espacio habitable del edificio.
  • No emite sustancias perjudiciales ni favorece la proliferación de microorganismos y hongos.

Características del poliuretano inyectado

En lo que se refiere al poliuretano inyectado, tenemos que subrayar las siguientes características:

  • Prestaciones acústicas bajas (cincuenta por ciento de celdas abiertas)
  • Conductividad térmica baja: 0,038 w/m·k
  • Resistencia térmica alta
  • Bajo desfase térmico (hasta 6 horas en espesores de 200 y 250 mm)
  • Calor especifico bajo, en torno a los 650 julios
  • Es hidrófilo, por lo que se comporta bien ante el agua o la humedad
  • Comportamiento al fuego bajo. Euro clase E

Se trata de una clase de aislamiento que puede conseguirse gracias a la reacción química del poliol y el isocianato; ambos productos, si se combinan a una presión y a una temperatura de entre treinta y ocho y cincuenta grados, pueden dar lugar al poliuretano. Además, hablamos de un producto que respeta el medio ambiente y que puede reciclarse.

La densidad que podemos conseguir por medio del poliuretano inyectado es baja: 10-15 kilogramos. No obstante, el aislamiento con poliuretano inyectado de baja densidad para cámaras de aire es un método óptimo e ideal para aquellas fachadas en las que sea imposible intervenir desde el exterior.

Problemas de humedad afecta la salud

La humedad puede ser causada por lluvias continuas, formaciones de escarcha, zonas costeras o cercanas a los caudales de los ríos. Estas son condiciones ideales para que el moho aparezca.

El moho es un organismo que crece y se nutre del ambiente húmedo, como por estancamiento de agua o mala ventilación. Un 60% de humedad o más, puede lograr que este crezca y se reproduzca.

La mayoría de las personas conocen qué es el moho, ya que es algo que podemos encontrar en diversos lugares donde hay un alto índice de humedad y nos damos cuenta por las horribles manchas que causa.

Por lo desagradable que es visualmente tendemos a eliminarlos, si esto no se elimina con frecuencia puede aumentar de tamaño y hasta puede dejar malos olores, manchas y destruir inmobiliario. Pero estas son consecuencias materiales y visibles, hay otras que tal vez no las percibamos rápidamente, aunque, son mucho más importantes.

La consecuencia grave que trae el moho es que puede afectar la salud de las personas que transitan o se encuentran en el sitio con alto nivel de humedad.

Enfermedades

Las personas más afectadas son las que tienen problemas respiratorios, de huesos y dermis como el asma, bronquitis, reuma, osteoporosis, alergias varias, dermatitis, y muchas otras.  La humedad exagerada hace que los síntomas de estas enfermedades se agraven y empeore la salud.

Además de afectar en mayor medida a perdonas con problemas respiratorios, también afecta a los asmáticos, bebés, ancianos, personas que han sido trasplantadas, quienes padecen cáncer, los que padeces de dolores musculares o de huesos y personas con defensas muy bajas.

Humedades:

Algunos tipos de humedades comunes formadas por el moho.

Alternativa: Suele parecer en duchas, fregadores y sitios por el estilo, vive tanto en el interior como en el exterior, se propaga rápidamente.

Aspergilosis: Se produce por el moho negro que se forma en la madera. Esto afecta al sistema central, a los pulmones,. Ojos y endocardio. Una de las más peligrosas.

Cladosporium: Entra por conductos de ventilación húmedos como aire acondicionado con mal filtro y ventanas empañadas. Aparece en maderas y tejidos mojados. Causa problemas dermatológicos.

Penicillium: Uno de los más comunes. Se encuentra en tejidos podridos, colchones, sofás, alfombras, ropa. Afecta en mayor medida a los pulmones.

¿Cuáles son las soluciones?

  • Limpia las zonas afectadas con agua caliente y lejía (no evitará que vuelva a pasar)
  • Abre las ventanas y puertas diariamente para que se ventile el lugar.
  • Deja la casa abierta y ventilada para que no se forme y no se reproduzca.
  • Usa deshumidificadores.
  • Busca a un especialista de aislamiento, él sabrá si el problema es muy grave y que se puede realizar.

Propiedades de aislamiento de la celulosa

Protección frente al fuego

La celulosa está formada en un 92% por papel de periódico que ha sido reciclado. Es el papel de los excedentes de tiradas de periódicos el que se tritura para dar lugar al origen del proceso de obtención de la celulosa; después de triturarse el papel, tiene que cortarse y desfibrarse, dando lugar a finas tiras de papel que van mezclándose con sales bóricas y demás agregados. El resultado es un material fungicida, ignífugo e insecticida.

Existe la falsa leyenda de que la celulosa, al estar fabricada en papel reciclado, es un aislante peligroso para las situaciones de incendio; nada más lejos de la realidad, ya que las sales de boro que se le añaden a la celulosa configuran un material aislante con gran capacidad para evitar la propagación del fuego. Se trata de un material que soporta temperaturas de hasta mil quinientos grados y que ni siquiera origina gases tóxicos. Por tanto, como aclaración, hay que reivindicar que la celulosa es un aislamiento que no genera humos ni gotas inflamables, y que además no arde.

No obstante, hay que comentar que la celulosa, en espesores por debajo de los cien milímetros, posee una clasificación respecto al fuego de Euro clase E, es decir, que únicamente resiste un breve ataque de las llamas. Es en espesores de cien milímetros o más cuando su clasificación al fuego es de B-s2, d0, por lo que puede soportar un ataque prolongado de llamas, no aparecen gotas y existe poca opacidad e humos (esto supone un comportamiento extraordinario frente al fuego y los incendios).

Clasificación de la celulosa al fuego

La normativa

Hay una serie de normas, europeas y nacionales, para saber cómo se clasifica un material ante la acción del fuego. En Europa: UNE-EN 13501-1:2002. En las naciones como España: Código Técnico de Edificación (CTE), el cual fija las exigencias que han de cumplir los edificios en referencia a la seguridad y la habitabilidad acordadas por la Ley 38/1999 de Ordenación de la Edificación; se aglutinan las normas reguladoras de construcción de edificios en nuestro país desde 2006. El CTE acuerda su apartado SI6 los requisitos que ha de cumplir la estructura de un edificio para hacer frente al fuego.

La UNE –EN 13501-1:2002 apuesta por la Euroclase para evaluar los revestimientos de paredes y techos. Se mueve por tres parámetros: una primera letra (A1, A2, B, C, D, E y F) que explica la reacción al fuego del material (valora la inflamabilidad, la expansión de las llamas y la rapidez de cesión de calor); un segundo parámetro que indica el grado de opacidad de humos (s1, s2 y s3); un tercer indicador acerca de la naturaleza de las partículas y gotas desprendidas (d0, d1 y d2).

La celulosa en espesores de cien milímetros o más: bs2d0

La celulosa, en espesores de 100 mm o más, posee una clasificación al fuego de B-s2, d0, por lo que es una idónea reacción ante fuego. Yendo más allá, podemos abordar lo siguiente:

Letra d0: Sin gotas en diez minutos.

Letra B: Resistencia a un ataque prolongado de llamas pequeñas, así como de un objeto individual, ardiendo los dos con limitación de la propagación de llama.

Letra S2: Ligera opacidad

La celulosa en espesores por debajo de cien milímetros

La celulosa, en espesores de menos de 100 mm, posee una clasificación frente al fuego de Euro clase E, lo cual quiere decir que se trata de un material resistente al ataque breve de pequeñas llamas con limitación de la propagación de llama.

En función del Código Técnico de Edificación (CTE)

El Código Técnico de Edificación, traduce las Euroclases como clases, fijando así las siguientes: M0, M1, M2, M3 y M4; todas ellas señalan la magnitud relativa con la que los materiales pueden ayudar a propagar un incendio. el significado de las clases es el que se muestra a continuación:

M 4: material con grado de inflamabilidad alta

M 3: material con grado de inflamabilidad media (madera)

M 2: material con grado de inflamabilidad baja (madera)

M 1: material combustible pero no inflamable; su combustión no se mantiene al desaparecer la aportación de calor desde un foco exterior. (PVC, fórmica, lana de vidrio, DM, barniz ignífugo, etc.)

M 0: material no combustible ante la acción térmica normalizada del ensayo (vidrio, yesos, materiales pétreos y cerámicos, metales, lana de roca, etc.)

Cómo instalar la celulosa

La celulosa se comporta bien frente al fuego. También es un óptimo aislamiento frente al calor, es muy eficaz frente al frío, corrige bien los ruidos y es buen aislante acústico, acaba con las humedades por condensación y regula bien la propia humedad. El proyectado, el insuflado y el soplado son las técnicas más propicias para su perfecto instalación. Hay que destacar que su colocación apenas necesita de obras.

Y es que la celulosa puede instalarse en contacto con cables eléctricos sin requerir de protección, pues incluso, si hay cortocircuito con llamas, el fuego no se expandirá. Tiene ensayos de eficiencia frente al fuego de hasta EF 90 min. al instalarse en soluciones constructivas de placas de yeso, laminado (fermacell, pladur, knauf, placo); en estos casos también cumple los requisitos de CTE y el documento básico del SI (Seguridad en caso de Incendio).

Para instalar la celulosa como es debido, tiene que debe protegerse de fuentes de alta temperatura de distintos orígenes (tubos de evacuación de humos, focos halógenos o tuberías conductoras de agua caliente calefacción). Esas zonas tendrán que protegerse con materiales incombustibles como la lana de roca o la lana mineral; tras esta protección, podrá instalarse sin problemas.

Maneras de aislar un garaje

Aislamiento proyectado en húmedo con garantías térmicas y protección frente al fuego

El aislamiento proyectado en húmedo es uno de los métodos más aconsejables a la hora de intentar aislar los aparcamientos y garajes; así impediremos que las temperaturas cálidas o gélidas del garaje terminen entrando en la vivienda. Se trata de un sistema que goza de prestaciones térmicas y que además protege de la acción del fuego. El proyectado en húmedo quedará genial con mortero de lana de roca o con celulosa. No hay que obviar que es una técnica que se aplica de manera rauda y que apenas precisa de obras.

Y es que suele ser complicado aislar esos lugares “no calefactados” de los parkings y garajes; la situación se vuelve compleja cuando las viviendas están en contacto con aparcamientos, los cuales son un foco de entrada de frío. De ahí la importancia de saber aislar convenientemente; de lo contrario, hasta un diez por ciento del calor acumulado en la vivienda puede perderse, con el drama energético que ello conlleva para la casa.

Es en este contexto donde la técnica del aislamiento proyectado en húmedo cobra importancia y protagonismo, ya que además cuenta con unas perfectas prestaciones térmicas y con especial protección frente al fuego. La proyección en húmedo se sirve de  aplicar materiales aislantes que quedan pegados en la parte aplicada; los materiales se humedecen para fraguar y adherirse a continuación.

Los materiales que suelen emplearse varían en función de la clase de instalación de la que se trate; el mortero de lana de roca, la celulosa o el sistema Jef Spray de Supafil de Knauf son algunos ejemplos. No hay que obviar que el proyectado en húmedo necesita abastecerse de agua; la propia lana de roca o la celulosa se mezclan en una boquilla, de manera que el material se logra adherir a la superficie. El proyectado resulta ideal en espacios donde la estética no es primordial, como podrían ser los garajes; en sitios que precisan de acabados más cuidados, como habitaciones, el aislamiento insuflado sería más recomendable.

El aislamiento en los garajes y aparcamientos es habitual, por lo que, además de aislarse térmicamente, da al edificio una resistencia al fuego que anda entre los treinta minutos y las cuatro horas. Los sistemas de proyección en húmedo resultan del todo económicos; además se aplican de una manera rápida, son eficientes y consiguen rendimientos de aplicación de hasta quinientos metros cuadrados al día, lo que abarata los costes.

Sobre el proyectado en húmedo de celulosa

El proyectado en húmedo de celulosa posee unas muy buenas prestaciones térmicas; no hay que obviar que es un material perfecto para combatir el frío, dada su baja conductividad térmica. Por otro lado, aporta protección en los garajes de zonas muy frías, ya que cuenta con una densidad de aplicación muy equilibrada.

Frente al calor del verano, también aísla con garantías, pues su elevado calor específico lo hace ser un material con las características idóneas. Tarda horas en transmitir el calor y tiene un importante desfase térmico. En lo que se refiere a su respuesta ante el fuego, la celulosa ofrece una reacción formidable, ya que se comporta con propiedades casi inflamables en espesores de cien milímetros o por encima de esta cifra (clasificación B-s2, d0).

Por su parte, la celulosa en espesores por debajo de los cien milímetros se incluye en tiene una clasificación de Euro clase E, en referencia a la respuesta al fuego. La letra E indica que la celulosa, como material, puede aguantar una breve embestida del fuego, sin que las llamas se propaguen.

Acerca del proyectado en húmedo de mortero de lana de roca

A partir de rocas volcánicas, calentadas a su vez en unos hornos especiales que se encuentran a mil seiscientos grados, puede conseguirse la lana de roca; el resultado serán fibras con la capacidad de mantener inmóvil en su interior el aire, algo que favorece enormemente el aislamiento de la temperatura. La lana de roca puede resistir hasta mil grados sin fundirse, de ahí que sea tan recomendable frente a la amenaza del fuego.

El mortero de lana de roca proyectado está compuesto por una serie de partículas de lanas minerales con procedencia en las rocas basálticas; los aglomerantes hidráulicos y los agregados en contra del polvo también forman parte de este material, que para nada es tóxico ni está compuesto por productos nocivos. Su aspecto habitual suele ser el de unos copos livianos en gris claro. Protege las estructuras metálicas dentro del intervalo que va desde R 30 a R 240 y repele la amenaza de los roedores. Al estar dentro de la clasificación EUROCLASE A1, podemos aseverar que la lana de roca responde de manera excepcional frente al fuego, lo que aporta gran seguridad y tranquilidad a los inquilinos.

Acerca del Jef Spray de Supafil de Knauf

Se trata de una técnica para aplicar productos de aislamiento térmico a granel. Se usa para la rehabilitación de muy diversos tipos de edificios; además se aconseja su uso en aparcamientos que sean viviendas en la zona superior. Por medio de la proyección en húmedo pueden aplicarse aislamientos de hasta veinte centímetros de espesor. Para aislar los aparcamientos y garajes, el aislamiento térmico proyectado en húmedo con mortero de lana de roca, celulosa o Jef Spray de Supafil es una opción más que acertada; ofrecerá unas temperaturas cómodas y protegerá de la amenaza del fuego.